Emanuel Ginóbili - El Señor de los talentos

Así se llama esta obra distinta que desmenuza los valores que le permiten ser un deportista ideal: mentalidad, profesionalismo y liderazgo, entre otras.

Ganó todo, en cada lugar que fue, pero su éxito no es producto de su físico y técnica. O al menos no sólo de eso. Se necesita mucho más para ser quien es, para haberse convertido en un ícono de la historia del deporte argentino y, para muchos, un deportista ideal. Emanuel Ginóbili nació con talento, claro, pero no sólo el que refiere a la linda jugada. La palabra es mucho más abarcativa en él. Esta estrella, que sigue brillando en la NBA a los 36 años, no se crió en Bahía Blanca como alguien predestinado a triunfar, sino que es el producto de las armas silenciosas y valores intangibles que hicieron posible construir una carrera que ni el más optimista podía imaginar. Por eso esta obra se llama El Señor de los Talentos, porque este caballero se convirtió en un Dios del básquet y lo hizo dando siempre los mejores ejemplos. Su historia es una inspiración. Fueron seis meses de trabajo y 25 entrevistas durante años para construir algo más que una biografía. En realidad los 10 capítulos (en 194 páginas) son 10 mandamientos, un compendio detallado, con opiniones y anécdotas jugosas, de los valores que le posibilitaron proyectar una trayectoria de ensueño.