La selección de Estados Unidos se impuso a Argentina por 86-80 en el Palau Sant Jordi de Barcelona, en un partido que dominó desde el primer minuto merced a su acierto en el tiro y la sobresaliente actuación de Kevin Durant, MVP y máximo anotador del choque, con 27 puntos.
Y eso que Argentina salió con toda su artillería pesada para plantar cara a los norteamericanos desde el inicio. Un quinteto de NBA que, sin embargo, no entró en juego hasta pasados dos minutos y medio, cuando ya perdían 14-1 y Julio Lamas se vio obligado a pedir su primer tiempo muerto.
Fue un arranque demasiado blando para plantar cara a los Bryant, Durant, James y compañía. Excesivas facilidades en ataque, demasiados tiros abiertos que permitieron a Estados Unidos cerrar el primer cuarto quince puntos arriba (31-16).
Un inicio similar al que el combinado sudamericano protagonizó, hace unos días, contra España en La Coruña y que, a la postre, le costó entonces una derrota por 20 puntos de diferencia.
El festival triplista de Estados Unidos -siete en este primero período, cuatro de ellos obra de Durant- cesó en el segundo cuarto, cuando la defensa zonal argentina empezó a apretar de verdad.
Al otro lado de la pintura, a Scola, hasta entonces en todas las batallas y en todas demasiado solo, se le unió un acertado Leonardo Gutiérrez. Y cuando Delfino se añadió a la fiesta desde el perímetro, la selección albiceleste se colocó sólo cinco puntos abajo (45-40).
Los norteamericanos volvieron a poner brecha de por medio tras la reanudación. James tomó el testigo anotador de Bryant y Durant, y el equipo de Mike Krzyzewski recuperó los quince de ventaja (58-43, min.24).
La irrupción estelar de Ginobili a partir del tercer cuarto después de un primera mitad muy discreta (19 de los 23 puntos que anotó fueron en la segunda mitad), permitió a Argentina mantenerse con opciones hasta 2:50 del final, cuando el marcador reflejaba un sorprendente 78-74 que obligó a un nuevo tiempo muerto estadounidense.
Pero dos triples consecutivos de Durant y Paul impidieron que los sudamericanos vieran culminada la gesta. Aunque, por lo menos, abandonaron la pista convencidos de que, en Londres, ganar a los estadounidenses es perfectamente posible.
SÍNTESIS DEL PARTIDO:
ARGENTINA (80): Pablo Prigioni (8), Emanuel Ginóbili (23)(x), Carlos Delfino (15), Andrés Nocioni (5), Luis Scola (14) (FI). Juan Gutiérrez (5), Facundo Campazzo (3), Leonardo Gutiérrez (5), Martín Leiva, Hernán Jasen (2), Federico Kammerichs. DT: Julio Lamas.
ESTADOS UNIDOS (86): Chris Paul (5), Kobe Bryant (18), Kevin Durant (27), LeBron James (15), Tyson Chandler (FI). Carmelo Anthony (4), Deron Williams (3), Kevin Love, Andre Iguodala (1), Russell Westbrook (13). DT: Mike Krzyzewski.
ARBITROS: Luis Guirao (España), Marat Kogut (EE.UU.) y Daniel Rodrigo (Argentina).
PARCIALES: 16-31, 40-47, 61-72. CANCHA: Palau Sant Jordi (Barcelona).
Hace unos meses, Facundo Campazzo quería conseguir su tercer título de Liga Nacional. Ya había jugado con Andrés Nocioni en Peñarol, dándose un gustazo, pero le faltaban varias satisfacciones más.
La primera, enorme, fue ser elegido MVP de las finales de la Liga Nacional. Indiscutiblemente fue el más desequilibrante ante Obras Sanitarias y por eso nadie, nadie, creyó que el premio estaba mal otorgado.
Después llegó el Sudamericano, la convocatoria a la preselección central y, hace apenas un par de semanas, su confirmación en el equipo que iría a los Juegos Olímpicos de Londres. Increíble.
Y ayer, la frutilla del postre. Argentina estaba mal ante Estados Unidos, perdiendo feo. Entró Campazzo, revolucionó un poco la historia, metió algunos puntos, recibió una antideportiva de Paul y, como frutilla del postre, ¡le metió un tapón a Kobe Bryant!
La anecdota...
Hace unos meses, Facundo Campazzo quería conseguir su tercer título de Liga Nacional. Ya había jugado con Andrés Nocioni en Peñarol, dándose un gustazo, pero le faltaban varias satisfacciones más.
La primera, enorme, fue ser elegido MVP de las finales de la Liga Nacional. Indiscutiblemente fue el más desequilibrante ante Obras Sanitarias y por eso nadie, nadie, creyó que el premio estaba mal otorgado.
Después llegó el Sudamericano, la convocatoria a la preselección central y, hace apenas un par de semanas, su confirmación en el equipo que iría a los Juegos Olímpicos de Londres. Increíble.
Y ayer, la frutilla del postre. Argentina estaba mal ante Estados Unidos, perdiendo feo. Entró Campazzo, revolucionó un poco la historia, metió algunos puntos, recibió una antideportiva de Paul y, como frutilla del postre, ¡le metió un tapón a Kobe Bryant!
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